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martes, 19 de julio de 2011

DICIEMBRE

DICIEMBRE

La Concordia


1
Cuando los corazones vibran al unísono por un objetivo, estamos hablando de concordia.

2
La concordia es el instrumento esencial para establecer la paz en el mundo.

3
Si la concordia se manifestase en todos los grupos humanos, se lograría plasmar el ansiado anhelo de fraternidad entre los pueblos.

4
La concordia es la práctica masónica que conduce a la armonía en las tenidas.

5
La concordia es el lenguaje de los corazones que bregan unidos para atraer aún a más corazones hacia el amor universal.

6
Cuando el ser humano se descentra de su pequeño mundo y aprende a ver más allá de sus límites, se da cuenta que hay muchos como él, este es el momento en el que la concordia ha comenzado a actuar.

7
A través de la concordia se puede atraer a la humanidad hacia la luz.

8
Las huellas de la masonería se hallan también en los nombres de las ciudades; sólo a un hermano se le puede ocurrir fundar una ciudad con un nombre tan caro a nuestros sentimientos como es “Concordia”.

9
La energía de la concordia se expresa en todos los que practican el servicio impersonal, anónimo y desinteresado.

10
La concordia es la energía crísitica capaz de revertir la hostilidad, la discordia, en el medioambiente.

11
En el cielorraso estrellado de nuestras Logias, encontramos la concordia, pues todas las estrellas brillan en mancomunión.

12
La concordia construye un muro de luz amorosa que impide la entrada de elementos destructivos en el seno de nuestros corazones.

13
La concordia es la energía magnética que enlaza ideales filantrópicos que, estando dispersos, no se podrían realizar en bien de los grupos humanos más necesitados.

14
Cuando un se humano valora a otro como a un igual, la concordia propulsa a ambos a reconocerse como hermanos.

15
La concordia es la herramienta necesaria para disipar los miasmas de las ideologías separatistas.

16
La semilla de la concordia está en cada corazón, es la tarea de cada uno cuidarla y regarla con mucho amor para que pueda germinar y florecer.

17
La potencia de la energía de la concordia de los pueblos puede anular los deseos belicosos de sus gobernantes.

18
La concordia es la cualidad siempre presente para la existencia de la amistad.

19
La armonía se nutre de la concordia para poder exteriorizarse.

20
La masonería construye el templo con ladrillos de concordia para que la humanidad encuentre allí la paz necesaria para poder reencontrar su camino.

21
Careciendo de concordia, el ser humano se separa de sus pares y, creyéndose superior, actúa egoístamente sin pensar en los daños que causa. Sólo cuando se enfrenta al duro golpe del fracaso, aprende a escuchar al debilitado palpitar de la concordia que lo guía hacia nuevos ideales desenfocados de sí mismo.

22
La concordia es el resultado del esfuerzo humano por conseguir un mundo sin violencia, sin mutuas agresiones y sin resentimientos.

23
La concordia es tan poderosa que diluye toda mentira y falsedad, ya que emerge de corazones sanos y orientados hacia la buena voluntad.

24
La concordia atrae por su suavidad, su dulzura y por su fuerza y empuje.

25
El lenguaje de la concordia es de reconciliación fidedigna que recupera de los corazones resentidos la llama que brilla de la amistad, de la fraternidad y de la cordialidad.

26
El caudal amoroso de la energía de la concordia es captado por todos los corazones preparados para distribuirla en su medio ambiente y lograr cambios fundamentales que conduzcan a la libertad, igualdad y fraternidad.

27
La concordia libera a los corazones de prejuicios y habladurías, ayudando así a pulir la piedra bruta.

28
La explotación de un ser humano por otro, la esclavitud y la subsunción a la cosificación son actitudes de los desalmados sobre los desamparados. Cuando comienzan a fortalecerse ideales que conllevan en sí la energía de la concordia, los grupos avasallados claman justicia y dignidad para que el orden impere sobre el caos.

29
La concordia es necesaria para el sostenimiento de la paz en el mundo.

30
El oscurantismo y la nigromancia son enemigos de la concordia; la concordia sin embargo carece de enemigos, pues a estos, al erigirse como tales, los absorbe en sí y los transmuta en luz, disolviéndolos para siempre.

31
El camino que conduce a la concordia es el del amor impersonal.


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